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Las serpientes más venenosas del planeta

En esta publicación del blog naturaleza salvaje vamos a conocer a las serpientes más venenosas del planeta, conoceremos cuales son las que tienen el veneno más poderoso, las que más muertes provocan a los humanos. Veremos en esta publicación como son, donde habitan y lo que provocan con sus peligrosas mordeduras.


Las serpientes u ofidios son un suborden de saurópsidos (reptiles) diápsidos pertenecientes al orden Squamata, del superorden Lepidosauria, caracterizado por la ausencia de patas, la pitón mantiene diminutas extremidades vestigiales, herencia de su pasado evolutivo y el cuerpo muy alargado. Se originaron en el período Cretácico. Algunas realizan mordeduras venenosas, como las cobras y las víboras, para matar a sus presas y posteriormente ingerirlas. Otras serpientes, como las boas y pitones, matan a sus presas por constricción. Nosotros en esta publicación nos centraremos en las más venenosas de todas ellas.

Serpiente marina de cabeza negra (Hydrophis melanocephalus)

En primer lugar vamos a hablar de la que es sin lugar a dudas la serpiente más venenosa del planeta, muchos podrían pensar en muchas especies que se pueden encontrar en las selvas o desiertos del planeta, pero la más venenosa se encuentra en nuestros mares, para ser preciso se distribuye por el oeste del océano Pacifico y se trata de la serpiente marina de cabeza negra (Hydrophis melanocephalus). Es una serpiente que pertenece a la familia Elapidae y es descendiente de las serpientes terrestres australianas, este familiar de la serpiente Coral evoluciono de terrestre a reptil acuático y tiene un veneno 10 veces más potente que el de la mamba negra y es capaz de superar los 2,5 metros de longitud.

Serpiente taipán del interior (Oxyuranus microlepidotus)

La segunda a la que nos vamos a referir, es la serpiente más venenosa terrestre, se trata de Taipán del interior (Oxyuranus microlepidotus), al igual que la anterior pertenece a la familia Elapidae, es una serpiente que a pesar de ser muy venenosa es por norma general bastante tímida y dócil. Esta peligrosa serpiente es originaria de Australia, su veneno es tan potente que una sola mordida de ella contiene suficiente veneno para matar a 100 personas, su veneno es entre 200 y 400 vece más toxico del que tienen la mayoría de las serpientes de cascabel. La taipán del interior es de color marrón amarillento oscuro, en un rango que va desde tonalidades oscuras a un marrón verde oliva dependiendo de la estación. Su dieta está compuesta, predominantemente, por pequeños roedores, pequeños pájaros y ratas. Los matan aplicándoles rápidamente múltiples mordeduras, inyectando su veneno en las víctimas. Mide aproximadamente un metro ochenta cm de longitud, aunque especímenes más largos pueden alcanzar los dos metros.

Serpiente mamba negra (Dendroaspis polylepis)

En el tercer puesto de las serpientes más venenosas del planeta encontramos a la temible mamba negra (Dendroaspis polylepis), esta serpiente es la más venenosa del continente africano y la segunda serpiente terrestre más venenosa del planeta. El nombre a esta serpiente se lo da el color negro del interior de su boca y su piel puede variar del verde amarillento a un gris metalizado. Su longitud es de entre 2,5 metros hasta los 4,5 metros, pesando de promedio 1,5 kilogramos. La mamba negra es una de las serpientes más veloces del planeta siendo capaz de moverse de 16 a 20 kilómetros por hora. Su mordedura inyecta cerca de 100 mg de veneno dendrotoxina, siendo mortal para un hombre adulto entre 10 y 15 mg. El veneno de esta serpiente no es el más tóxico, pero su naturaleza agresiva, la gran cantidad de veneno que inyecta y su gran velocidad la convierten en la segunda serpiente más peligrosa del mundo después de la Taipán.  La mordedura de una mamba negra contiene suficiente veneno para matar unos 100 hombres promedio y solo una gota de su veneno basta para matar a unos 10 hombres.

Serpiente terciopelo (Bothrops asper)

Para la cuarta de la lista nos vamos a ir al continente americano, donde encontramos a la terciopelo (Bothrops asper), esta serpiente ostenta el título de ser la serpiente más venenosa del continente americano, se encuentra en América Central y el norte de Sudamérica. La serpiente terciopelo tiene una medida de entre 1,40 a 1,80 metros los machos y un promedio de 1,85 a 2,5 metros las hembras. El hábitat natural es principalmente conformado de bosque húmedo tropical y bosque perenne, aunque ocurre también en zonas más secas con bosque tropical caducifolio, bosque espinoso y sabana de pinos cerca de lagos, ríos y arroyos. Esta especie es responsable de una parte importante de las mordeduras de serpientes dentro de su área de distribución, esta especie es fácilmente irritable y tiene la reputación de ser agresiva. Los síntomas de mordedura incluyen dolor, supuración de las heridas punzantes, inflamación local que puede aumentar durante 36 horas, moretones que se extienden desde el lugar de la mordedura, ampollas, entumecimiento, fiebre leve, dolor de cabeza, sangrado de la nariz y las encías, hemoptisis, hemorragia gastrointestinal, hematuria, hipotensión, náuseas, vómitos, alteración de la conciencia y sensibilidad del bazo. En los casos no tratados, con frecuencia se produce necrosis local que puede requerir la amputación.

Serpiente cobra real

Para terminar con esta publicación nos vamos al continente asiático donde encontramos a la serpiente venenosa más grande del planeta, que no es otra que la cobra real, esta serpiente mide entre 4 y 5,5 metros de longitud lo que la convierte en el reptil venenoso de mayor tamaño del mundo. Su dieta consiste básicamente en otros ofidios. Incluso su propio nombre, "Ophiophagus", significa literalmente "comedora de serpientes". Otra de sus características es que se trata de la única serpiente que realiza la puesta de huevos dentro de una especie de nido, que la misma madre elabora arrastrando hierbas y ramas pequeñas con su cola. Es una serpiente de gran tamaño, con una capucha (propia de las cobras) no tan pronunciada como las cobras del género Naja. Su coloración suele ser parda u olivácea, a veces amarillenta, con parches ventrales de un color más claro; las escamas de la cabeza están orladas de negro. El veneno de la cobra real se compone principalmente de neurotoxinas, pero también contiene compuestos cardiotóxicos y algunos otros. Los constituyentes tóxicos son principalmente proteínas y polipéptidos, durante una mordedura, el veneno es forzado a salir a través de 1,25 a 1,5 centímetros de los colmillos de la serpiente. Las toxinas comienzan a atacar a la víctima en el sistema nervioso central. Los síntomas pueden incluir dolor agudo, visión borrosa, vértigo, somnolencia y parálisis. El envenenamiento avanza a un colapso cardiovascular, y la víctima cae en un coma. La muerte sigue, debida a la insuficiencia respiratoria. Esta especie es capaz de inyectar una gran cantidad de veneno; la inyección de una dosis puede variar entre 200 y 500 miligramos, en promedio, y hasta puede llegar a los 7ml. Aunque el veneno es débil en comparación con la mayoría de los elápidos, todavía puede ofrecer una mordedura que puede matar a un ser humano debido a la enorme cantidad de veneno que le inyecta en una sola vez.

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